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Conscientes del compromiso con los Profesores Zárate y con la nación, para el fortalecimiento de nuestra identidad nacional, el Patronato ha creado este portal para hacer de la "Fiesta de la Tradición Nacional", un proyecto con bases más profundas a través de la investigación, recopilación de datos, presentación y fomento de nuestras costumbres y tradiciones; con la finalidad de ir orientando en la proyección de educación y cultura para las futuras generaciones.

Nuestra Patrona

Virgen de Las Mercedes "Nuestra Patrona"

1949 fue un año increíblemente activo desde todo punto de vista para nosotros, los Profesores Zárate. Cuántas cosas se reunieron para sentirnos ahogados y cuántas para soñar y seguir viviendo!.
En febrero del 49, nuestra hija Edda, fue diagnosticada, leucémica, nos desesperamos, sin embargo, había una luz en el camino; el laboratorista más idóneo de la época, César de Sedas, era el único, que frente a los médicos que atendían a la niña, discutía que el cuadro que presentaban los exámenes era severo, muy serio, pero que él dudaba de que fuera leucemia. Entonces se propuso, para borrar la duda, que se le hiciera una prueba en el Laboratorio Gorgas. Esa prueba, no lo recuerdo bien, creo que le llamaban de "Pannel", no puedo determinarlo; ni sé cómo se escribe, pues en asuntos de nombres científicos siempre "ando a pie", pero sí sé que se necesitó un carnero, una oveja, o un corderito, no lo sé tampoco, y la sangre de la niña que se le extraería muy temprano en ayuna. Cual fue el procedimiento, nunca lo supe, pero los resultados nos los comunicarían ocho o diez horas después. La agonía de la espera nos tenía más angustiados que los días que habíamos vivido degustando amargamente la terrible noticia. Católicos creyentes, como éramos y hemos sido, Manuel se arrimó a la Virgen de Las Mercedes de su Guararé y yo, a la Medalla Milagrosa. Si se nos realizaba el milagro, por parte de Manuel, la Virgen de Las Mercedes recibiría un gran festival en acción de gracias por su misericordia infinita.

Él le dijo que trabajaría con ahínco para hacer realidad un sueño que lo venía acosando desde hacía mucho tiempo el de exaltar las artes folklóricas de nuestra tierra en un gran evento que involucrara al hombre del campo en sus sentimientos más nobles y que ese sentir, se lo pondría a sus pies; haría que toda la campiña la venerara y le rindiera homenaje en los días de su celebración, con la hermosura de sus tradiciones más caras; esto lo haría pues, durante la celebración de las fiestas patronales y que él estaría moviendo este acontecer, hasta el último de sus días.

Y así, con la mente en nuestras vírgenes; él con la suya, yo, con la mía, esperábamos esas cinco de la tarde, las cinco más esperada en el universo, a esas cinco de la tarde de un día de sobresalto y de agónica espera... Y sonó el teléfono a las cinco y diez, una voz grave y de aliento nos comunicó; ¡salió negativo!. Nunca la palabra negativo ha tenido más sabor ni ha brindado más luz que la que la envío aquel día, cuando agradecíamos el milagro a nuestras vírgenes, hincada ante sus imágenes yo lloraba y reía al mismo tiempo y ¡claro! nos preparábamos para cumplir, cada uno, con nuestras promesas. Edda no fue dada de alta hasta en el mes de octubre cuando logramos su entera recuperación, pero habíamos ido gozando sus avances por el cambio de su completa salud.

Manuel, con todo fervor, emprendió la faena para que su promesa se realizara en los días de las fiestas patronales de Las Mercedes en ese mismo año y así se logró el Primer Festival de la Mejorana en septiembre de 1949.
Todos en Panamá conocemos la resonancia que ha tenido este evento de Guararé en toda nuestra República. Cómo levantó en todos el ánimo el aprecio al valor y riqueza de nuestra cultura folklórica que nos ha hecho más orgullosos de ser panameños. Todos los pueblos están pensando ahora en lo mismo; en cultivar y sostener nuestras prácticas vernaculares más preciadas, y ojala que se logre el propósito.

Y así, hace ya 100 años de eso; y a cada festival acuden no sólo los pobladores de Azuero; ¡Los de todo Panamá!, para rendirle culto a la Virgen de Las Mercedes de Guararé y también, a la tradición panameña. Los trovadores de Azuero y de toda la República, con sus mejoranas cruzadas sobre el pecho, las pulsan y la Virgen los oye; los oye después de la Misa Mayor, a son de las doce. Allí en la puerta del Perdón, frente al atrio; y ellos, cantan y cantan hasta el atardecer, y llenos de fe, de amor y de esperanza; tal como se lo prometieron un día y como sigue aún, después de ese viaje que todos emprendemos al infinito.